Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2008

“Hay demasiados que levantan el puño izquierdo y meten el derecho en tu bolsillo” Quique González

                     Me alegra mucho que mi hermano pequeño me invitara en más de una ocasión a escuchar a este caballero, porque he descubierto a un gran artista, de esos cuyas letras hacen daño, y eso me encanta. Valga como ejemplo esta frase. ¿Sabéis que es lo malo de la izquierda española? Que de izquierdas tiene la rosa, el puño y la internacional. O sea, que le queda la marca, el producto ha ido desapareciendo. La buena vida que no nos deja permitirnos el lujo de mirar por todos, de seguir pensando en el obrero, en su potencial trabajador y en sus derechos. Habiendo terrenos para conceder licencias pseudolegales, pudiendo sacar dinero ilegalmente de las arcas públicas, amén de sueldos extraordinarios, ¿Pa qué cojones se van a preocupar de aquello/as que les votan creyendo que van a luchar por y para todos? Ay, criaturitas de Dios, manada aborregada de inocentes, que eso ya no se estila. Por mucho que les joda a cuantos defienden a lo/as socialistas, muchos de ellos, como otro

“En Escocia puede ser difícil hacer hablar a un individuo. En España, lo espinoso es conseguir que se calle” (J. A. Vallejo Nájera)

                         No sé quién es este señor, pero es una verdad muy grande.  Es cierto que el español habla mucho, y la mayoría de las veces lo hacemos con un volumen de voz alto. Vete a cualquier bar o restaurante y verás como a la hora sales con un dolor de cabeza impresionante, aparte de que hayas bebido alcohol. Mi padre recientemente me dijo que decidió dejar una terraza de verano porque aquello parecía un palomar.  Claro ejemplo de que hablamos demasiado alto es cuando vas a un restaurante chino. No se oye casi nada, de hecho entras con miedo, creyendo que están rezando y estás interrumpiendo. Y, acto seguido, seguro que tú también flojito, porque capacidad de mimetización tenemos todos. Pero yo creo que realmente esta frase hace más referencia al contenido que a las formas. El español no se calla cuando habla de lo que no conoce, somos listos, cultos, y conocemos de todo, absolutamente de todo, sin excepción. Nuestros días tiene 24 horas como los del resto de países, regi