Ir al contenido principal

"A veces en la vida hay que saber luchar no sólo sin miedo, sino también sin esperanza" Alesandro Pertini

        

            La tiene puesta Mª del Mar en su identificación de mesenger. Es una antigua compañera del ayuntamiento, muy amable y de buen corazón, y encima de las que no se rinden con facilidad. Es esa persona siempre alegre y luchadora, que acepta cuántas cosas le ocurran entendiendo que siempre habrá otra oportunidad. 
Esta es una de esas frases que, a pesar de ser muy realista y negativa, encierra una fuerza que da pie a abrir una ventana. 
A mí siempre me da por pensar qué lleva a las personas, y somos 6 billones sobre la faz de la tierra, a querer estar vivos. Ustedes pensarán y, con mucha lógica dirán, la pregunta debería ser qué llevaría una persona a no querer estar sobre la tierra. Y en parte llevan razón, pero como la que escribe soy yo y el blog lo abrí yo, aquí las preguntas son de mi cosecha. 
Si tener un hijo da tantas alegrías como sinsabores, si casarse (y no me refiero al enlace, aunque por supuesto también) es un engorro cargado de diferencias entre las dos partes, si envejecer a día de hoy es asqueroso, si se premia la maldad y se ignoran las buenas acciones. ¿Qué nos mueve?
Es altamente posible que la mayoría de los humanos vivan en la desesperanza, en el miedo, en la angustia, en el malhumor, en la desidia, en la desdicha incluso, en diferentes momentos de sus vidas, pero también creo que ese mismo grupo de personas se activan, se alteran, se movilizan ante una sola idea, la de la cobardía. 
Hay miedo y desesperanza, pero nunca se dirá que no lo intenté, que no me hice y me deshice cada vez que me enfrenté a un problema, que me acobardé.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La ambición es el último refugio del fracaso

          Supongo que hay que ser Oscar Wilde para crear una frase de estas características. Un frase llena de sentido y verdad en pocas palabras. No tengo claro si hay que ser una mente lúcida, una persona muy inteligente, una mente simple, ninguna de ellas o la combinación de algunas. Sólo sé que cada una de estas frases hacen que nuestro cerebro recapacite auqnue sea por unos minutos, los que siguen a la escucha o conocimiento de esta frase. Una frase de esta índole, como tantas otras existen, han existido y existirán, permite analizar el sentido de nuestra existencia. Pero también el significado de esas palabras que nos hacen valorarnos, y que nos valoren: fracaso y ambición. ¿Es ciertamente la ambición aquel último reducto, el clavo ardiendo, del fracasado/a? Yo estoy de acuerdo, si bien entiendo el sentido de la frase en que una persona que se siente satisfecha con su persona y el desarrollo que en esta vida hace de ella, no tenga que aspirar a grandes ambiciones.  Tal y c

Lori Meyers, Mi religión

Muy buenas tardes tengan mis queridas y queridas lectores….Mmm….Esto… ¿Hay alguien ahí? Jejejejejejejejeje. Fuera gracietas, buenas tardes. Hoy he decidido, después de mucho cavilar, algo que es muy habitual cuando hago una entrada en éste, mi preciado blog, traerme a los jóvenes de Lori Meyers. Y he de decir, antes de iniciar el análisis, que el hecho de que sea la segunda vez que recoja las letras de un grupo de Granada, previamente estuvieron invitados Los Planetas (tachaaaaaaán), dice mucho del arte y talento que se cuece alrededor de la Alhambra (bueno, en este caso, un pelín más abajo, en Loja).  Y, por supuesto, del buen gusto musical que tengo (ejem, ejem). Bien, y ahora sí, vamos a ello. La letra no tiene desperdicio. Si Lori Meyers fuese un grupo de masas, esta canción no sería de las más radiadas. Porque hace daño, de lo real que es, porque desenmascara el extraordinario enjambre que cuatro fuerzas han creado para gobernar a la ciudadanía. O mejor dicho,

El que en lugar de chinchín exija música, en lugar de placer alegría, en lugar de dinero alma, en vez de loca actividad verdadero trabajo...

No me voy a detener, ni voy a perder el tiempo en analizar y extraer mis conclusiones acerca de las muchas frases y párrafos que he encontrado en "El Lobo estepario" de Hermann Hesse, libro que me recomendó Max una noche hablando de literatura por messenger. Y no porque no considere que el autor o el libro merezcan dedicarles tiempo, sino por todo lo contrario: tan definido queda y con tanta intensidad lo que para mí, como para muchos es, la esencia del ser humano, las tripas de la oscuridad de la existencia vital, que no me voy a cargar su capacidad como escritor y, como otro muchos grandes escritores, como filósofo. Sólo me he permitido extraer aquellos párrafos con los que he llegado a sentir miedo, alegría, y tristeza. Sean cada uno de ustedes libres de leerlos, dedicarles unos minutos de análisis o no hacerles ni puto caso. A Goethe se dirige Harry Haller con estas palabras: “ha conocido y sentido perfectamente el problema, la desesperanza de la vida humana: la grand