Yo, a día de hoy, a una cerveza y a una tapa, o lo que se le acompañe, no le he dicho no desde que tengo trece años. Y si no preguntadle a alguien que me conozca. En dirección al bar mi compañera decide invitar a una amiga a la que conozco de vista. Media hora más tarde llega, se sienta y pedimos una segunda ronda de cervezuquis. Otra media hora después y tras un par de risotadas, vamos cogiendo confianza. Y que mejor que sacar un tema serio. Uno especialmente que a mí ya me está poniendo de mala leche.
La amiga: Mis hijos ya se hacen la cena solitos, el problema es mi marido, ese es otro hijo.
Mi amiga: Jejejeje.
Yo: Jejejeje.
La amiga: ¿Tú tienes novio? ¿Marido?
Mi cerebro: Mierda
Yo: (cerveza al trago) No
La amiga: Uy, pos yo te he visto a tí arreglada y eres bien mona (leáse guapa, apañá, monísima, guapetona, o lo que su imaginación de de sí) para no tenerlo.
REFLEXIÓN: He aquí un comentario de lo más dicho que no entiendo por dos aspectos.
Uno, para tener novio/novia no hace falta ser guapo/, estar buenorro/a. Suele ser importante a priori, pero es para el primer contacto, después, no. En absoluto. Dudo mucho que haya parejas que lleven veinte años casados por lo guapos que son. Nunca se enamora uno/a de una cara, culo, tetas...etc, se enamora de una persona. Como se dice en mi pueblo, y supongo que en casi todo vuestros pueblos: "Con la guapura no se come". Es cierto.
Dos, ¿Cómo es posible que todavía haya gente que no se haya dado cuenta de eso, si llevamos los seres humanos relacionándonos desde que existimos?
La amiga: Lo mismo es que eres muy exigente. Pues que sepas que con los años te vuelves más. Y luego sí que es difícil encontrar a alguien. Ahora que caigo, sabes que conozco yo a un muchacho así de tu edad que es mu apañao, además tiene negocio propio, y tiene un buen coche, creo que es un Audi, y gana un sueldo decente, y por supuesto es mu buen muchacho.
Mi amiga: ¿Quieeeeeén?
La amiga: El hijo de la Chufi, el que tiene la tienda de repuestos de ojos y narices, que vive cerca de la calle El Chorrete, donde vivía tu prima antes de casarse.
Mi amiga: Aaaaaah, siiiiiiiiiii. Ya sé quien dices.
La amiga: ¿A qué es mu majo? Se lo podríamos presentar.
Mi cerebro: Alcohol, alcohol, alcohol, he venidooooooo a emborrachaaaaaarme y después, de lo que estoy oyendo, aún máaaaaaaas.
Mi amiga: Pos sí, pero...pero... ese es mu chico pa esta.
La amiga: ¿Mu chico? Pero, ¿tú cuántos años tienes? Vamos, si no te importa decirlo.
Mi cerebro: Más mierda.
Yo: (la otra cerveza al trago) No, no me importa, 34 años.
La amiga: ¿Queeeeeeeeeeee? Pero si pareces una chiquilla. Si yo te echaba, qué se yo, unos 27.
REFLEXIÓN: Los cojones. Al principio me resultaba halagador y simpático. Me gustaba que me quitasen años. Pero ya no. No es que no me guste, claro que sí, pero es que es falso. Tengo unas patas de gallo que casi dan la vuelta al ojo. No jodas. Que tengo espejo. Y además, sinceramente, no sirve de nada aparentar una edad, si luego te tragas la que tienes, quieras o no. Mataría por tener 27 y aparentar 34. Ahora mismo firmo.
La amiga: Uy, pos entonces donde voy yo. Si ese es mu pequeño para tí. Un pipiolillo.
Mi cerebro: Cómo ésta que me lleva dentro de su cabeza abra la boca, se te caen las bragas a plomo.
Yo: Jejejeje.
REFLEXIÓN: Las mujeres podemos estar con hombres más jóvenes que nosotras. No hay ningún problema. Las malas caras y malos comentarios al respecto es puro machismo que, como siempre, cuando procede de otra mujer, es mucho peor. Aparte de muy triste. Y arriba las Ana Obregones (jamás creí que diría esto), las Marujitas, las Madonnas y, sobre todo, y por encima de ellas, arriba Demi Moore.
La amiga: Bueno, si total tampoco pasa anda. Hay muchas solteras y no se mueren.
Mi cerebro: ¿Si? ¿De verdad? Uf, qué alivio.
La amiga: ¿Y no quieres tener hijos? Porque ese otro tema. Que puedes ser madre si tener “mario”. ¡Pos será que no hay! Y la edad que tiene es la mejor, porque a partir de los 35 ya sabes que los óvulos se ponen tontos. Y además después ya te haces mayor, no tienes tantas fuerzas, que si madrugones, falta de sueño, etc.
Mi amiga: Sí, eso es cierto. Mira yo, sí me hubiese decidido más o menos con tu edad y no me lo hubiese pensado tanto ahora no estaría arrepentida.
Yo (medio pedo y agobiada): No tengo trabajo fijo, no tengo pareja, no tengo un lugar donde vivir puesto que me muevo donde hay trabajo, y mi familia vive a doscientos kilómetros de mí. ¿Me puedes decir como crio yo con ese plan a un niño?
Las dos: Pos ya saldrán las cosas.
Mi cerebro: Increíble. Sencillamente increíble.
REFLEXIÓN: ¿Por qué nadie me pregunta si no voy a tener un perro, con lo que me gustan los animales, o si voy a ir a visitar Cuba alguna vez en mi vida?
REFLEXIÓN FINAL: Si conocéis a una mujer con más de 30 años soltera, sin compromiso y sin hijos, no le solucionéis su situación. De hecho, dejadla en paz. Que sea madre cuando quiera, y sería interesante que alguien preguntase si quiere, porque lo mismo ahí se acaba el tema. Que busque ella solita a su pareja. Quien ella guste o pueda. Si preguntase, entonces dadle soluciones. Mientras tanto, no. Si esto pasase por la cabeza de más de una o dos, yo no me hubiese pegado media noche dándole vueltas al tema por enésima vez.
Comentarios