¿Habéis visto Matrix? Yo hasta la saciedad. Bueno no, si no me sacio de verla. Es de esas películas de las que te nutres amén de pasar un buen rato y disfrutar de una película bien hecha. Y con una estupenda banda sonora, sólo hay que escuchar Clubbed to death, el corte número 4, para concederle el crédito suficiente al resto del álbum.
Esta escena de la película recoge frases gloriosas con las que hacer una entrada a un blog, o al menos al mío, que te hacen reflexionar sobre aspectos de la vida, de la real. Como dicen en la película: "Wellcome to Matrix, wellcome to the real world".
Voy a empezar por las que nada tienen que ver con el título de la entrada pero que son, bajo mi punto de vista, muy actuales, de hecho tienen que ver mucho con esta crisis. Sí, esa crisis que sale todos los días en el telediario y que como siga así nos va a llevar a una guerra mundial, un suicidio colectivo o al algo mejor, a despertar.
"Este es el mundo que te han puesto sobre los ojos para cegarte a la verdad
¿Qué verdad?
Eres un esclavo, Neo
Naciste en una prisión para tu mente. "
Somos muchos los que a día de hoy creemos que la famosa crisis que inunda nuestras hermosas vidas es el fin de una era, no me refiero al fin del capitalismo y del consumismo, algo que por descontado tarde o temprano tiene que morir, me refiero al fin de una situación humana, de una concepción de menosprecio al tesoro más valioso que tenemos, la vida. Somos muchos y muchas quienes creemos que la adecuación de la vida a los parámetros que hasta hoy hemos aceptado sin cuestionar ha tocado fondo, para dar paso a una evolución de la especie. Todos y todas estamos programados con unos cánones que nos introducen en nuestra mente desde que nacemos, a través de nuestros gobiernos, familias, colegios, instituciones, televisión, publicidad, etc. Coincidencia necesaria el hecho de que se vacíen nuestro bolsillos y despertemos al poder malsano de bancos y políticos con el resurgir de la espiritualidad. Más allá de Dios y de cualquier religión. O mejor dicho, nada tiene que ver con ninguna.
Como bien le informa a Neo, eres un esclavo y vives en la prisión de tu mente. Esa conversación es más real de lo que parece. No es difícil descubrir que todos somos Neo.
Desde pequeñín te marcan tus pautas alimentarias, de comportamiento, de diversión, de educación, de valores, de madurez, incluso de amar. Todo está diseñado, ni uno saca las patas del plato, todos controlados, todos dando y recibiendo lo que está marcado. Todo sale como quieren que salga.
Un nutricionista le ha retirado de su dieta a mi hermana menor la leche, las carnes rojas, el alcohol, cierta frutas y los productos refinados. El objetivo, que desaparezca su alergia primaveral. Yo sufro alergia primaveral desde hace 23 años. Todos los años invierto, perdón invertimos, puesto que sólo pago el 40 % de cada medicamento, unos 30 euros en pastillas, inhaladores, cremas y colirios. A eso he de añadir los 70 euros, insisto es sólo el 40% del montante total del precio del producto, que cada año gasté durante cuatro, infructuosamente, en un vacuna para combatir la alergia. Desconozco la cifra de alérgicos en España, pero seguro que no es baja. ¿Os hacéis una idea de la cantidad de millones que ganan las empresas farmacéuticas bajo convenios con los gobiernos con esta enfermedad? ¿Os imagináis el declive de esta industria si una medida preventiva como es una correcta alimentación, que no tiene gasto adicional, logra combatir la alergia primaveral?
Otra pista, ¿sabéis como me deshice de mi último cuadro de ansiedad? Con terapia y meditación. Un terapeuta me dijo que con ejercicios de respiración superas la ansiedad, sin ansiolíticos ni antidepresivos. La persona que me enseñó a meditar me dijo la meditación te libera de todas las capas que cubren tu mente, y alcanzas la relajación más profunda. ¿Sabéis lo que vale un paquete de ansiolíticos y otro de antidepresivos? La pareja te sale por 90 euros. Añado algo más, ¿sabéis quién tiene el poder de recetar? El psiquiatra, nunca un psicólogo, no es facultativo. ¿Sabéis que me dijo el psiquiatra que me atendía la ansiedad? "Si sigues teniendo síntomas te tomas el doble de cada". Y al día siguiente un psicólogo del mismo centro donde este profesional trabaja me dijo que no quería un sólo paciente en su terapia con medicación. ¿Sabéis lo que gana un psiquiatra en la administración pública, y un psicólogo? Investigad por gusto, veréis la sorpresa.
Posiblemente penséis que es llevar a los extremos la forma de vida que llevamos, y aún siendo cierto, insisto en que toca fondo y parte de cero por otras vías extraordinariamente silenciosas que están limando los pilares de esta sociedad. Y bienvenida sea, que falta nos hace.
Y centrándome en el título en cuestión con el que en esta ocasión abro una nueva entrada de este blog, es una frase sencillamente compleja, real y cruda, incluso dolorosa.
He de suponer que la situación de Neo, las constantes sensaciones y situaciones que le hacen llegar hasta Morfeo, hasta esa entrevista y esa pregunta no caben opción a dudar. Tiene claro que quiere la pastilla que le lleva a la verdad y al mundo real, no aquel en el que vive, o más bien sobrevive porque en la película se ofrece una persona bastante solitaria y extremadamente centrada en su trabajo.
Sin embargo Morfeo insiste, incluso cierra la mano, quiere que se centre sólo en sus palabras: "Recuerda, sólo te estoy ofreciendo la verdad. Nada más". Mírame bien porque lo que te digo no son palaras vacías. La verdad suene bien, suena a aquello de debe ser, lo que tendría que imperar, la verdad nos hace libres. ¿No? ¿Y si la verdad es lo último que hubieses querido oír o saber, y si enfrentarte a lo que realmente eres, a lo que hay, sólo te produce sufrimiento? ¿Qué obtiene Neo justo después de la pastilla? Una constante persecución para acabar con su vida, el aislamiento bajo tierra y la responsabilidad de salvar a la humanidad de las máquinas. Y encima come una porquería de pasta que hasta a mí, que me lo como todo, me da asco. Menos mal que se echa novia.
Ciertamente la verdad te libera, detrás de eso, ni delante, ni encima ni debajo hay nada más. Ahora bien, ¿estás preparado para tomarte la pastilla roja?
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