Es lo mejor que he escuchado en los últimos tres meses. Vamos, desde que lo oí. Iba yo una mañana de miércoles acompañada por mi madre, o yo la acompañaba a ella, por el mercado semanal de mi pueblo, cuando nos paramos en un puesto de uno de los mercaderes a mirar un sujetador para una servidora. Allí había centenares de sujetadores, todos revueltos, la posibilidad de que diera con el mío era más baja que de que me eche novio y que me aguante, pero no abandoné con facilidad. Un sujetador no iba a poder conmigo. Después de unos diez minutos removiendo aquel montón de intimidad femenina y pedirle imperiosamente a mi señora madre que me diera su opinión sobre uno que llevaba en la mano, el buen hombre se acercó a preguntarme si era el que me interesaba llevarme, más que nada por darme una bolsa. Justo en ese momento le espetó a una señora con la que llevaba una conversación a la que yo no había prestado la más mínima atención: "El dinero y los hijos se
SI ENCUENTRO UNA FRASE O UN HECHO QUE ME HACE PENSAR Y REFLEXIONAR, AQUÍ QUEDA PLASMADA